Hoy jueves entenderemos mejor cómo afectan los distintos procesos culinarios a estos dos grupos de alimentos, los cuales necesitan ser previamente cocinados para poder ser consumidos.
Hoy revisaremos porqué en el grupo de las legumbres y frutos secos son especialmente importantes las técnicas que utilicemos para prepararlas. No solo permitirán que sean aptas para su consumo, como en el caso de las legumbres, sino que además mejorarán la biodisponibilidad de los nutrientes que contienen.
Ya tenemos todos los ingredientes en casa. Con lo que hemos ido aprendiendo durante estas semanas habremos podido realizar una compra saludable, pero y ahora ¿cómo debemos preparar estos alimentos para aprovechar al máximo sus propiedades?
Hoy comenzamos ya la tercera semana del programa y cada vez estamos más cerca de tener todas las herramientas para que nuestra alimentación sea saludable. Es sobre este último aspecto en el cual nos vamos a centrar hoy: cómo está influyendo lo que comemos y no comemos en nuestro estado general de salud.
Para finalizar la semana terminaremos revisando los aceites y las grasas. Este componente, como ya sabemos, es esencial en la dieta tanto por su valor nutritivo como palatable y culinario. Sin embargo, por su función como medio de cocinado y como aliño en los platos ya preparados, puede ser difícil estimar la cantidad que consumimos.
Ahora que conocemos mejor las características de los lácteos y los huevos, podemos decir sin miedo que estos alimentos pueden perfectamente ser incluidos como parte de una dieta saludable.
El pescado y la carne son las fuentes que tradicionalmente asociamos a la ingesta de proteínas.
Llegamos hoy al grupo de los cereales y los tubérculos fuente, como ya sabemos, de hidratos de carbono de rápida y lenta absorción.
La semana pasada pudimos aprender que las legumbres y los frutos secos son alimentos con un elevado valor nutricional y que más allá de las fibras dietéticas, los minerales y las vitaminas, contienen cantidades significativas de proteína de calidad y, en el caso de los frutos secos, también grasas esenciales para nuestro organismo.
Tenemos claro después de lo que aprendimos la semana pasada que en nuestra dieta se deben priorizar las hortalizas y las frutas, pero ¿en qué medida?